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viernes, 8 de enero de 2010

Los colores en el vestir de la dama y el caballero honorables

Trata de cómo los colores marcan lo caballeril o damesca que es una persona, y de cuales hacen favor y cuales no convienen al uso. (Siempre en la línea palimakística)

Les presento, pues, un listado:

Negro:
El negro es el color por excelencia. Haylos que atacan al negro por falto de color, por ser la negación al color, por ser en exceso sobrio y de luto. No atienda a esas razones, pues están cuanto más en desuso y no tienen valor en este lugar.
De hecho el negro es el color más grande y maravilloso en el vestir. Grande porque le sirve en cualquier momento y maravilloso porque hace maravillas. Usted podrá llevar siempre negro, en la cantidad que quiera, y en el tiempo que quiera. El negro le confortará al mismo tiempo que le hará verse más elegante, profundo, moderno y sobretodo honorable.
El negro deberá caracterizar su atuendo cuanto más posible; nunca habrá un exceso de negro (siempre que usted sea lo suficientemente pálida y bella que es de lo que se trata y en el tema en el que nos encontramos)
Este color le elevará al máximo nivel estético, le dará un aspecto especial y exclusivamente deseable y que podrá hacer corresponder con cualquiera que sea su filosofía, política o sentimiento de cada día.
También es interesante que conozca las posibilidades del negro, mucho más amplias que las de cualquier otro color; se conoce que el negro nunca es total, del mismo modo que no existe el pensamiento perfecto o el camino único, más que enfocado a cada ocasión.

El negro plenamente negro no existe; el negro es una idea perfecta. Toda prenda que usted pueda conocer jamás será completamente negra, será un “casi negro” vertido hacia un tono u otro al que comúnmente se llama negro, por oscuro e indistinguible que sea. Usted deberá entrenar su ojo para poder distinguir uno de otro, aunque también se da la posibilidad de que tenga esa capacidad innata en cuyo caso tiene mis felicitaciones.
Le indicamos pues, los negros que existen realmente, bástamente clasificados:

-Negro arrojado: se trata del negro que tiende a los tonos rojizos, pudiendo ser estos magentas afresados, fresas amagentadas, carmines buranos o colores más terrosos.
-Negro profundo frío: Sería el conjunto de negros desde el azulado al morado más dramático semana-santil. Siempre en comparación con otro negros, claro.
- Negro ictericia: Aquel que tiende al amarillo o al verdoso. Lo reconocerá fácilmente al compararlo de cerca con los otros, igual que en los casos anteriores.
- Negro grisalla: No se trata de un negro próximo al real, pero puede llegar a entenderse como negro. Comparado un negro correcto podrá ser llamado vulgarmente “negro claro” para personas no muy adentradas en la materia. No debe confundirse nunca con el negro descolorido.
- Negro descolorido: Aquel que antes era negro, únicamente digno en objetos artísticos diferentes de la ropa de vestir (entendemos como ropa de vestir toda la ropa) Un negro indigno, en absoluto recomendado. Lave sus prendas con conciencia y evite el temible sol a toda costa: sépase que engendra mala sangre y ventosidades.
(Buena imagen para afinar la vista en la distinción de tooodos los negros habidos y por haber. Llamámosle, negros cromados)

Ya entendido esto, sólo nos queda por decir que el negro sirve de igual modo a la dama que al caballero, siendo a este último al que favorecerá cuanto más y conformará más distinguido y elegante.

Pues el negro es universal y especial. El negro es el color!!


Ahora abarcaremos el resto de colores con sus tonos correspondientes, que entran dentro de la gama aceptada y que consideramos recomendables en el vestir.

- Rojos profundos:
Los primeros de los elegidos pasionales, que usted ya conoce de sobra (como todo el sermón que aquí tiene lugar siempre) y de los que se beneficia día a día. Es innecesario pues, que le detalle las connotaciones y efectos estéticos (y emocionales, y talvez físicos… ejem, ejem) que acarrean estos tonos. Prácticamente todos son perfectos excepto algunos tono más neutros o tierra. De este modo, dentro de los rojos profundos podemos agrupar algunos como: rojo apagado, granate, Burdeos o color George ( aka color chorch, invención fruto de la pasión y que ha dado muy bueno resultados) e incluso magenta turbio oscurecido.
Muy recomendables en la mujer y en el hombre, aunque en éste deberán limitarse, como el resto de los colores distintos al negro.

- Rojos chirriantes:
Este tipo de rojos han de usarse con verdadero cuidado. Son aptos para detalles, complementos de pequeño tamaño e importancia (por ejemplo calzado NO) En cuestiones de maquillaje o cabellos es otra historia.
Estamos ablando del fucsia claro, magenta puro y el rojo estridente que todos conocen.
Estos colores, aceptables en la dama, resultan poco recomendables para el caballero. Siempre que no se trate de un ambiente fantástico o de celebración acorde, su exceso engendra cólera.

(espantajo de rojos intransigentes)

- Morados y violetas:
Por antonomasia, los tonos dramáticos más importantes de la reducida gama de la elegancia del inframundo. Estas magníficas mezclas son indispensables y débense utilizar con al igual que los rojos profundos, con entrega pero con ojo. Talvez sean un poco más atractivas por su carácter trágico y de misterio. Puede llevarlos templadamente o darles más importancia: una pieza de vestir completamente morada sería de igual modo válida siempre que se hiciese un uso correcto del resto y se abusase (como siempre) del negro.
Perfectos para la mujer majestuosa y para el hombre comedido moderno (pero siempre, restringidos para él)

- Grises incineración:
Los grises no deben de ser dejados de lado. Siempre que no se encuentren en demasía con alguno de los dos grandes (rojos o morados) se encontrarán en sintonía con la persona y el atuendo en general. Es importante utilizar como mucho dos tonos, ya que el exceso siempre es sucio, por no hablar de combinarlos con cualquier otro que no sea proporcionado, jamas! Es que acaso se piensa un arco iris?
Como de grises encontrase gran cantidad de calibres, úsase los de su preferencia siempre en conjunción con el resto. Un gris es elegante en la dama y en el caballero, aunque en éste se torna mucho más agradecido, pudiéndose utilizar más ampliamente sin miedo a parecer un cacharro de cocina. El gris le otorga al hombre (aunque sólo a primera vista), algo de lo que muchas veces carece.

- Blancos desinfectados:
Estos últimos han de utilizarse con mucha, mucha precaución. Son favorecedores por excelencia en motivos o bordados, así como en puños y otros arreglos. Su uso indiscriminado puede conducirnos a un error fatal, a parecer un ser sospechoso y cegador (u otros), y de eso nada. También cabe decir, que si se es bien usado, da grandes resultados; pero práctica y únicamente en el plano estético más espectral o de infante maldito (aka. Palia de blanco bien lograda)
Para el hombre, su uso se reduce a discretos motivos ornamentales y a clásicas camisas, no siendo éstas muy elegantes si llévanse solas, más bien con suéter de pico o chaleco abotonado encima.
(caballero elegante en negros fríos)

- Otros colores:
No existen. Úsese negro.

Hasta aquí nuestro menester de ilustrarle estéticamente y de que no le sirva. Tengan una buena vida y nunca fallen en favor de la vulgaridad.

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