Confesiones de desorden y vergüenza

No espero que estas letras sirvan para algo
más que para hacer bulto en este blog
con idioteces que nadie lee ni leerá,
con idioteces que me tienen deshecha
Así que no espero nada de nadie.
Ni siquiera de mi misma.

Escribo por escribir, por decir algo.
Llorando una noche más, sin que nadie lo sepa.
Arrepintiéndome una y otra vez de hacer lo que hago
y de no hacer lo que no hago
y en definitiva de ser yo.

Escribo por aclararme a mi misma
el asco que me doy todos los días,
sobre el cual un día me río y otro también
y que siempre ha sido mi amante.

Escribo para castigarme,
para que se entere todo el mundo,
para sentir la vergüenza más profunda,
como siento todos los días
y que ésta hoy, me aniquile de una vez

No tengo a nadie que me cierre la boca.
No tengo a nadie que me empuje a hacer lo que debo.
No tengo a nadie por quien sentirme orgullosa.
No tengo a nadie que me ate a la silla.

Escribo porque he desperdiciado mi vida
intentando ser algo mejor y fallando.
He desperdiciado los años en que a uno
todo le importa un nabo.
Me he desperdiciado a mi misma.

Porque me he autodestruido cada día,
durante años.
He destruido mi energía y mis ganas.
He destruido mi posible éxito y mi sensibilidad.
Me he vuelto un pedazo de mantequilla repelente.

Escribo porque he caído lo más bajo.
He tocado fondo esta vez.
Porque he sido lo mas cruel e irrealista conmigo misma,
me he mentido y me he traicionado
y no tengo la habilidad para salir.

Y lo malo es que no puedo parar.
No puedo parar de mentirme y traicionarme,
de autodestruirme y de darme asco.
No puedo ser una persona normal.
No puedo dejar de lado todo esto.

Escribo intentando transmitir la frustración que siento
al verme día tras día, año tras año.
Yo no soy la que viste mi ropa,
yo no soy sobre la que mi gato duerme.
Es sólo un puñado de mugre,
de mantequilla venosa y rosada.

Yo no soy todo eso.
Yo existo debajo, tímidamente
y jamás he podido salir, existir, jamás he podido verme.
No se como soy, no se quien soy en realidad.
Sólo conozco mi mugre, y mi frustración.


A ver si la vergüenza esta noche
me toma y me lleva
me hace vomitar las tripas
y me extirpa el cerebro

Espero así que la vergüenza esta noche
acabe conmigo
con mi maldito cuerpo
y con mi maldito desorden

Hablando de compasión

La compasión es muy útil en tiempos malos
para el peor
La compasión en malas manos
tiene el poder de la destrucción

La compasión nubla la vista
cuando uno ve la verdad
La compasión quita el oído
cuando uno ya no es sordo

La compasión iguala, lo inigualable
prolonga lo improlongable
confunde lo razonable


Larga y abrupta ha sido siempre
la historia de la compasión,
luego plagas anidan en los rincones
de cada generación


En este nuevo mundo de cobardía, pereza
y sentimentalismos absurdos,
donde la compasión pone el pie
quita la mano dios